Así empezó la Resvol...
Corría el año 1999 y se terminaba de discutir en el Congreso la Ley 17/99 sobre Personal de las Fuerzas Armadas. La Ley tendría un gran impacto sobre las carreras profesionales de los militares, por lo que las referencias finales a una nueva figura de reservista pasó desapercibida. Hasta que a un periodista la idea de civiles volviendo a las Fuerzas Armadas, pasados siete años desde la suspensión del Servicio Militar Obligatorio, le llamó la atención y publicó la noticia adjunta.
Así fué como muchos nos enteramos por primera vez que quizá podríamos vincularnos de nuevo con nuestras FAS, que incluso cabría la posibilidad de llegar a ser Oficial, y los más atrevidos incluso se atrevieron a soñar en pisar como inquilino una Academia Militar. Pero la noticia también mencionaba los 32 años como fecha tope de ingreso. Con el reloj biológico marchando imparable, y la certeza que tras la Ley harían falta algunos años antes para poner en marcha el proyecto, parecía probable quedarse fuera. Muchos nunca sabrán de la frenética actividad que unos pocos llevaron a cabo para tratar de influir en el ánimo de los gobernantes y modular las edades máximas del Reservista Voluntario.
Finalmente Victor Torre de Silva y López de Letona, Letrado del Consejo de Estado en excedencia, y a la sazón Subsecretario de Defensa, auxiliado entre otros por el General Lens y el Coronel Cenalmor, se puso a trabajar decididamente para hacer realidad la Resvol. El primer signo externo que algo se movía por fin fue la publicación, a finales del año 2002, de la Oferta Pública de Empleo de las FAS para el año 2003. Por primera vez incluía una línea para Reservistas Voluntarios. Al menos ya había una fecha límite.
Durante todo el año 2003 se sucedieron posturas en el MINISDEF. La lucha y presión de los partidarios de retrasar la puesta en marcha de la Resvol fue implacable. Los argumentos de lo más variado. La Ley 17/99 había buscado eliminar los complicados regímenes transitorios de personal en las FAS, y no se quería repetir la experiencia con los Resvol. Haría falta hacer una Ley especial para el Reservismo Voluntario. Entonces ¿por qué no esperar a la siguiente legislatura? Pero el Subsecretario quería tener en marcha la Resvol ese mismo año. No quería desaprovechar las plazas ya presupuestadas. Y quién sabe qué ocurriría la siguiente legislatura. Pero estaba el tema de la edad. Para cambiarlas haría falta una norma con rango de Ley, y no era posible esperar a su tramitación parlamentaria. Hacía falta un Real Decreto, pero apenas quedaban unas pocas semanas para el fin de año. Se cursaron instrucciones a La Moncloa para publicar las nuevas edades en el primer RD que se discutiese en Consejo de Ministros, con carácter de urgencia. El 13 de Diciembre se publicaba por fin en el BOE el Reglamento de la Resvol. Esa misma Nochebuena se publicó la primera convocatoria de reservistas voluntarios, con las edades máximas limitadas a 32 años. En ella ya se leía que las edades se cambiarían. Por fin, el 30 de diciembre, apenas 24 horas antes del fin de año, la Ley de Medidas Fiscales, Organizativas y de Orden Social modificó con efecto inmediato las edades máximas del Reservista Voluntario. Torre de Silva lo había logrado. La Resvol estaba en marcha.
Así fué como muchos nos enteramos por primera vez que quizá podríamos vincularnos de nuevo con nuestras FAS, que incluso cabría la posibilidad de llegar a ser Oficial, y los más atrevidos incluso se atrevieron a soñar en pisar como inquilino una Academia Militar. Pero la noticia también mencionaba los 32 años como fecha tope de ingreso. Con el reloj biológico marchando imparable, y la certeza que tras la Ley harían falta algunos años antes para poner en marcha el proyecto, parecía probable quedarse fuera. Muchos nunca sabrán de la frenética actividad que unos pocos llevaron a cabo para tratar de influir en el ánimo de los gobernantes y modular las edades máximas del Reservista Voluntario.
Finalmente Victor Torre de Silva y López de Letona, Letrado del Consejo de Estado en excedencia, y a la sazón Subsecretario de Defensa, auxiliado entre otros por el General Lens y el Coronel Cenalmor, se puso a trabajar decididamente para hacer realidad la Resvol. El primer signo externo que algo se movía por fin fue la publicación, a finales del año 2002, de la Oferta Pública de Empleo de las FAS para el año 2003. Por primera vez incluía una línea para Reservistas Voluntarios. Al menos ya había una fecha límite.
Durante todo el año 2003 se sucedieron posturas en el MINISDEF. La lucha y presión de los partidarios de retrasar la puesta en marcha de la Resvol fue implacable. Los argumentos de lo más variado. La Ley 17/99 había buscado eliminar los complicados regímenes transitorios de personal en las FAS, y no se quería repetir la experiencia con los Resvol. Haría falta hacer una Ley especial para el Reservismo Voluntario. Entonces ¿por qué no esperar a la siguiente legislatura? Pero el Subsecretario quería tener en marcha la Resvol ese mismo año. No quería desaprovechar las plazas ya presupuestadas. Y quién sabe qué ocurriría la siguiente legislatura. Pero estaba el tema de la edad. Para cambiarlas haría falta una norma con rango de Ley, y no era posible esperar a su tramitación parlamentaria. Hacía falta un Real Decreto, pero apenas quedaban unas pocas semanas para el fin de año. Se cursaron instrucciones a La Moncloa para publicar las nuevas edades en el primer RD que se discutiese en Consejo de Ministros, con carácter de urgencia. El 13 de Diciembre se publicaba por fin en el BOE el Reglamento de la Resvol. Esa misma Nochebuena se publicó la primera convocatoria de reservistas voluntarios, con las edades máximas limitadas a 32 años. En ella ya se leía que las edades se cambiarían. Por fin, el 30 de diciembre, apenas 24 horas antes del fin de año, la Ley de Medidas Fiscales, Organizativas y de Orden Social modificó con efecto inmediato las edades máximas del Reservista Voluntario. Torre de Silva lo había logrado. La Resvol estaba en marcha.
Etiquetas: Artículos de Opinión, Formación RV, Ley de la Carrera Militar, Normas y Reglamentos, Prensa y Televisión RV
2 Comentarios:
Anónimo dijo...
Muy bueno, este artículo. Pero te falta citar la fuente del artículo. Parece que es El Mundo, pero ¿podrías confirmarlo?
Test dijo...
Efectivamente la fuente del artículo es el periódico El Mundo circa 1999. Desgraciadamente no conservo la fecha exacta de publicación.
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