Un poco de doctrina sana: las RROO

Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas

Artículo 65.

El cabo, como jefe más inmediato del soldado o marinero, se hará querer y respetar de él; no le disimulará jamás las faltas de subordinación; le infundirá amor al servicio y mucha exactitud en el desempeño de sus obligaciones; será firme en el mando, graciable en lo que pueda y será comedido en su actitud y palabras aun cuando sanciones o reprenda.

Artículo 69.

El suboficial, como colaborador inmediato del mando y escalón intermedio entre los oficiales y las clases de tropa y marinería, debe ser la confianza y apoyo de sus jefes, a los que obedecerá y respetará. Distinguirá muy especialmente a los más inmediatos, a quienes debe informar de cuantas novedades ocurran. Se entenderá perfectamente de las órdenes que reciba y las transmitirá con claridad para hacerlas cumplir exactamente.

Artículo 72.

El oficial cuyo propio honor y espíritu no le estimulen a obrar siempre bien vale muy poco para el servicio; el llegar tarde a su obligación aunque sea de minutos; el excusarse con males imaginarios o supuestos a las fatigas que le corresponden; el contentarse regularmente con hacer lo preciso de su deber, sin que su propia voluntad adelante cosa alguna, y el hablar pocas veces de la profesión militar son pruebas de gran desidia e ineptitud para la carrera de las armas.

Merece la pena recordar hoy el texto de tres artículos de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, documento que recoge la regla moral de la institución militar. En estas páginas ya hemos hecho referencia a las mismas en mensajes anteriores, pero conviene insistir en la importancia de releerlas e incluso aprenderse algunos artículos de memoria. Los tres artículos que reproducimos hacen referencia al papel del cabo, el suboficial y el oficial, tres empleos militares fundamentales en los que encontramos Reservistas Voluntarios. Sin embargo estos artículos no deben verse como compartimentos estancos que sólo aplican al empleo mencionado. No sólo los oficiales tienen la obligación de evitar sus obligaciones con falsas excusas, ni tampoco son los suboficiales los únicos que tienen la obligación de transmitir claramente las órdenes que reciba. Son artículos con mandatos que competen a todos los militares, cualquiera que sea su empleo. Merece la pena dedicar unos minutos a releerlas o, aún mejor, a aprenderlas de memoria.

Miembros del contingente de la fuerza expedicionaria para Líbano en la Base Naval de Rota